Me he acostumbrado a tu forma de besarme, de rozarme, a tu forma de acariciarme, de abrazarme, de mirarme. Me he acostumbrado a tu forma de escribirme, de hablarme, a tus gestos, a tu forma de mimarme. Me he acostumbrado a ti, a que me llames cuando te apetece por el simple hecho de hablar conmigo, a tus buenos días y buenas noches. Me he acostumbrado a que te duermas cuando es muy tarde y has pasado un día largo. Quizás las costumbres sean malas, pero te aseguro que esta no. Es la mejor costumbre que pueda experimentar una persona en su vida.
A veces tengo miedo. Miedo de todas las sensaciones que siento y jamás he sentido. Pero cada día que pasa me haces un poco más fuerte, un poco más viva, y por muchos miedos que tenga, a tu lado, todos esos miedos, son fáciles.
Contigo todo es fácil.
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