sábado, 26 de enero de 2013

errores

Las personas nos equivocamos. Lo hacemos constantemente. Es nuestra forma de reaccionar ante la vida, cometiendo errores. Con error no me refiero solo a elegir el camino equivocado, tropezar con la misma piedra o empeñarnos en ser algo que jamás conseguiremos ser. Me refiero también a todas esas cosas que jamás dijimos. Como por ejemplo no decirle a tiempo a cierta persona que te gustaba, que te gustaba tanto que no hacías más que pensar en ella, que todo empezaba a reducirse a esa persona.
Ese también puede ser un error, reducir nuestra vida hasta vivir por y para una persona.
En esta vida debemos vivir por nosotros, ser mejores por nosotros mismos porque en esta vida muchas veces estamos solos. Lo grandes retos son personales. Siempre lo han sido.
Creo que los errores nos enseñan a ser mejores personas pero a veces también a ser peores. Reducimos la mayoría de cosas a equivocarnos cuando lo que no sabemos es que esa equivocación nos ha ayudado a estar donde estamos.

Conocí a una persona que realmente no merecía la pena, pero cuando me abandonó sufrí por ella. Fue uno de mis grandes errores, confiar en esa persona. Sin embargo, me llevo a un lugar que jamás imagine que podría llegar. Conocí a una gran persona que me salvó en su momento y yo la salvé a ella. Me hizo darme cuenta que mi verdadera amiga siempre había estado a mi lado pero me la tapaban. Recuperé a quien hoy en día es mi mejor amigo, y si cierta persona hubiera seguido en mi vida no lo habría hecho jamás. Conocí a otras bellas personas que hoy por hoy son un rayito de luz en todos esos días grises.
Quizás fue mi mayor error de está vida pero me llevo a conocer todas esas piezas que hoy forman mi vida. Y sobretodo me llevo a donde estoy yo ahora.

He cometido otros errores, cometo errores todos los días. Elegí mal mi futuro y me ha pasado una gran factura. Aun lucho contra ese error. A pesar de todo conocí gracias a ese error a 3 personas maravillosas que hoy en día son grandes amigas.

He aprendido a base de errores. Me han hecho darme cuenta de verdad que quería y quien quería ser. Por eso estoy aquí, donde estoy. Por mis errores.

Pero hay un error que me prometí no volver a cometer. Ese error fue no decir lo que sentía en el momento que debí decirlo. Quizás sea una locura pero en el momento que sepa que esto es más que una ilusión, lo diré. Diré bien alto: me gustas y tengo miedo, pero tenía que decirtelo.

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