Toda historia tiene un principio y un final. Hay historias
destinadas a acabar antes de empezar, y otras que parecen ser eternas pero no
lo son, porque nada es eterno. Siempre luchamos por aquellas personas que
tenemos a nuestro lado cuando llegan a ser más importante de lo que pueden ser
las demás, arriesgamos todo pensando que esa persona es diferente, que es
especial. Arriesgamos nuestros secretos, nuestras dudas, arriesgamos el
corazón. Hay personas que esperan todo de esas personas, otras que no esperan
nada más que siempre estén a su lado, y hay otras que esperan recibir de ellas
lo mismo que estos dan por ellas. Llega un momento en el que comprendes que no
todas las personas son como tú y por eso no darán por ti lo mismo que tú das
por ellos. Pero eso no quiere decir que no duela o duela menos, incluso a veces
es una excusa que las personas utilizamos para autoconvencernos que ellos son
así y que no podemos juzgarlos. Algo de todo eso es verdad a las personas no
debemos juzgarlas o quererlas menos por ser lo que son, es todo lo contrario, debemos quererlas
porque son lo que son, únicos. Aunque a veces todo eso no es suficiente.
A veces cuesta querer a alguien que siendo como es te hace
daño sin darse cuenta, a veces no somos capaces de comprender lo que puedes
significar para los demás y no nos damos cuenta del daño que podemos causarle a
los demás siendo como somos. No quiero decir que esas personas o nosotros
debamos cambiar, cambiar en la medida que dejemos de ser quienes somos para ser
lo que los demás quieren que seamos. No. Quiero decir que a veces debemos
pararnos a pensar si nuestros actos pueden hacer daño a los demás, si estamos
actuando correctamente, incluso debemos pararnos a pensar si realmente esa
persona se merece que nosotros lo tratemos de cierta manera.
Algunas amistades llegan a un punto en que se hacen más mal
que bien y debemos saber abrir los ojos para darnos cuenta de que esa amistad
se ha degastado de tal forma que no hay manera de restaurarla. Debemos ser
capaces de retirarnos a tiempo para no hacernos más daño del que ya nos hemos
hecho. Nadie se merece llorar por aquellos que no lo intentaron, por aquellos
que apostaron por nosotros pero se arrepintieron. Hay luchas inútiles y es duro
abandonar algo por lo que tu habrías apostado por el siempre y jamás por el
hasta siempre. Quizás nunca debimos apostar por esas personas, o quizás sea
otra forma más de enseñarnos que hay amistades destinadas al fracaso y debemos
aprender de ello.
Muy a mi pesar tiro la toalla por esta lucha que llevo
arrastrando casi más de un año porque necesito dejar de caerme cada vez que
intento que las cosas mejoren, cada vez que veía un rayo de esperanza de que la
situación mejorará. No puedo más, necesito acabar con una historia que ha perdido
toda su esencia. Una historia que no tiene pies ni cabeza y no he querido
verlo. De verdad lo he intentado, lo he intentado porque creía en ello, porque
creía que la magia seguía estando solo debíamos volver a encontrarla. Pero me
equivoqué y solo he conseguido hacerme más daño del que podía soportar. Por eso
abandonó, me rindo y lo aceptó.
Te he querido, mucho. Has llegado a ser una parte tan
esencial en mi vida que me amarre a la idea de que nunca dejaríamos de ser lo
que éramos, que podíamos volver a crear un vínculo nuevo pero ahora sé que no
es verdad. Se perdió la magia y con ella lo que fuimos. Ya no queda nada, solo…
lo que fuimos.
Adiós, con el corazón.
Me encanto esta entrada !
ResponderEliminarHermoso , Tu blog.
Un Beeso.
Te pasas por mi blogg?
http://incaseofdementorattackopenimmediately.blogspot.com/
*En caso que te ataque un dementor abri un chocolate inmediatamente*.
muy bonito el blog! me a gustado mucho! te sigo ok? espero ke tu tambien lo hagas y ke eso signifique ke te a gustado mi blog! un beso grande! http://tequieroentrealgodones.blogspot.com/
ResponderEliminar